jueves, 27 de abril de 2017

De Villanúa a Cenarbe por el viaducto de San Juan

Cenarbe. Iglesia de San Pedro
Esta semana regresamos a la Jacetania para visitar lo poco que queda de Cenarbe, un despoblado expropiado en la década de los 50 por el Patrimonio Forestal con motivo de la construcción del embalse de Yesa.

Un sencillo y agradable paseo circular que nos sorprenderá por la variedad de puntos de interés que nos vamos a ir encontrando a lo largo de sus 14 kilómetros.

Nos desplazamos hasta Villanúa (945 metros), núcleo que se encuentra dentro de lo que fue el glaciar del valle del Aragón, cuya morrena principal se localizaba donde actualmente se ubica Castiello de Jaca

Collarada y los Campaniles
La ruta se inicia en las afueras del pueblo y sigue la estrecha carretera que se dirige al cementerio por el Camino de Orbil, paralelos a la margen izquierda del río Aragón

Rodeados de campos de cultivo, caminaremos de forma cómoda por el GR-65.3.1 y el Camino de Santiago en dirección a Castiello de Jaca, teniendo a nuestra espalda vistas fabulosas de los picos Collarada, Collaradeta y de Los Campaniles

Pasaremos por un antiguo vertedero sellado ubicado unos metros antes de un panel explicativo sobre la formación del valle del Aragón que señala diversos puntos como la modesta sierra Carrascala y la Punta la Rapeda

Viaducto de San Juan con Collarada al fondo
Poco después, dejaremos a la izquierda el sendero de las Espetreras y seguiremos por la carretera con visión del pueblo de Aratorés y de la sierra de los Ángeles

Poco a poco el valle se va abriendo al norte, divisando la zona de Tortiellas, los Lecherines y el pico de La Raca, que cierra por el sur el circo de Astún

En pocos minutos llegaremos al cementerio (955 metros), donde el asfalto da paso a una pista de tierra por la que deberemos de continuar. 

Ermita de San Juan de Izuel
Dejaremos a la derecha el desvío al Campamento Cheso y el Camino viejo de Orbil para seguir por el marcado GR y el Camino de Santiago.

Tras pasar junto a una placa que señaliza una fuente llegaremos a una bifurcación sin señalizar (960 metros), en la que continuaremos por el camino principal. Metros después, volveremos a obviar las indicaciones que conducen al camino viejo de Orbil.

Pasaremos por una explotación ganadera, momento en el que la pista se retuerce en una curva. En un nuevo cruce seguiremos por la pista principal (935 metros), comenzando a divisar la silueta de la Peña Oroel.

Interior de la ermita de San Juan de Izuel
Tras 45 minutos de camino, enlazaremos con el GR-15 en dirección a Acumuer y la ermita de Santa María de Iguácel, dejando el GR-65.3.1 y el Camino de Santiago que continúan hacia Castiello de Jaca. Ya observamos la cresta de los Bacún y el cordal que finaliza en la Punta Canals.

Este nuevo GR nos conduce al viaducto de San Juan (960 metros), conocido popularmente como viaducto de Cenarbe, una de las obras arquitectónicas más relevantes que fue necesario construir para la línea internacional Pau-Canfranc-Zaragoza

Entre pinos de repoblación
La calidad de su construcción y su estratégica funcionalidad le hicieron una pieza determinante en el complejo trayecto que hubo que trazar para superar la abrupta orografía del valle.

Se inauguró en 1916 y se sitúa después de un túnel helicoidal construido para que el Canfranero ganase altura antes de encarar el tramo más complicado de esta mítica línea ferroviaria.

Fuente de Cenarbe
Nosotros seguiremos por la pista, pasando una barrera que impide el paso de vehículos a motor para llegar, en 20 minutos, a la ermita de San Juan de Izuel (1010 metros), el único resto que ha pervivido del antiguo poblado de Izuel (s. XIII), en cuyo interior encontramos pinturas murales.

Poco después de la ermita, dejaremos el GR-15 a la derecha y seguiremos la pista ganando altura por el interior de un pinar de repoblación, con una visión ya lejana del viaducto de San Juan y del valle del Aragón.

Viaducto de San Juan y Aratorés
Tras media hora comenzaremos a ver, en lo alto de una loma, la maltrecha torre de la iglesia de Cenarbe. Junto a la pista veremos su bonita fuente y seguiremos hasta llegar, en menos de 2 horas, al silencio y las ruinas del pueblo (1180 metros).

Lo único que se mantiene en pie es la iglesia románica de San Pedro (s. XII), con numerosas modificaciones posteriores. La encontramos con grandes grietas en sus muros, con el tejado hundido y con una torre defensiva que tiene los días contados.

Cenarbe. Iglesia de San Pedro
Desde 2012 la iglesia se encuentra incluida en la lista roja de la Asociación Hispania Nostra, que recoge aquellos elementos del patrimonio histórico español que se encuentran en peligro de desaparición.

Cenarbe fue un pueblo ganadero y agrícola que rondó los 200 habitantes en su máximo histórico a principios del siglo XX hasta que fue despoblado a mediados de los años 60.

Sus tierras se repoblaron de pinos con la idea de frenar la erosión de este y el anexo valle de la Garcipollera y así evitar la posible colmatación del vaso del embalse de Yesa. 

Cenarbe. Interior de la iglesia de San Pedro
Sus casas fueron dinamitadas en los años 80 para evitar que el ganado entrara en ellas. Y quien sabe si para facilitar su expolio o para evitar cualquier posible reivindicación futura de los vecinos respecto a sus propiedades.

Por el PR-HU-2.1, que sale detrás de la iglesia e inicialmente vestido por la vegetación, comenzaremos el regreso hacia Villanúa. Rodeados de boj y retirando alguna zarza, iremos avanzando entre antiguos bancales de cultivo y muros de piedra que resisten a duras penas el paso del tiempo.

Entre robles de regreso a Villanúa
Un sendero tradicional muy frecuentado antaño por los vecinos de Cenarbe en el que van a ir apareciendo algunos ejemplares de roble y carrasca en una vegetación donde predomina el pino.

En ocasiones, el sendero se encuentra empedrado a modo de calzada. Con un leve descenso llegaremos una zona árida donde la erosión ha modelado una zona de afiladas calizas por donde bajan un par de barranqueras (1125 metros).

Pasaremos por un pequeño robledal, oteando las últimas vistas del despoblado de Cenarbe antes de llegar, en 40 minutos, a un cortafuegos (1220 metros), punto más elevado de la ruta.

Dolmen de Diez Campanas
A partir de aquí el PR-HU-2.1 comienza el descenso por el interior un bosque dominado por el pino, el boj y alguna pequeña masa de erizón disfrutando de una buena panorámica del valle hasta enlazar, en 20 minutos, con una pista (1120 metros) que seguiremos en dirección norte.

Escasos metros después, veremos que el PR deja la pista y sigue descendiendo por la izquierda. De forma momentánea, abandonaremos este PR y seguiremos por la pista para visitar el cercano dolmen megalítico de Diez Campanas (1135 metros).

Tortiellas y pico Lecherín
Su nombre se debe a que, según dicen, desde su posición se escuchaban las campanas de las iglesias de 10 pueblos distintos. 

Tenemos la opción de acercarnos a los prados de Diez Campanas o seguir descendiendo, ahora por el PR-HU-2, hacia Villanúa. Pasaremos por una fuente, cruzaremos la vía del Canfranero (1060 metros) y, tras una hora y media desde Cenarbe, estaremos de vuelta en el pueblo.

Finalizando la ruta en Villanúa
Ruta circular de 14’5 kilómetros con un desnivel positivo de 450 metros realizada en menos de 3 horas y media sin contar paradas.

Track de Wikiloc aquí.

Sigue nuestros vídeos en nuestro Canal de Youtube.

Sigue nuestra amplia galería fotográfica en Pinterest. Todas las fotos de nuestras rutas se encuentran aquí.

jueves, 20 de abril de 2017

Circular al Bramapán por Collarán y las Sardineras

Desfiladero del Bellós desde las Sardineras
El Sobrarbe esconde caminos solitarios y casi olvidados que fueron muy transitados antaño. Vamos a conocer el que unía la Ballibió con el valle del Ara, un camino de vital importancia por ser la única vía de comunicación que existía entre ambos.

Para ello nos dirigimos a Escalona, puerta de entrada al Cañón de Añisclo por el valle del Cinca. Nos desviaremos hacia Puyarruego, dejando a la derecha la carretera que se introduce en el desfiladero de las Cambras en dirección a la ermita de San Úrbez.

Mondoto, Monte Perdido, Añisclo y Las Olas
Después de cruzar un pequeño puente por encima de las pozas del río Bellós, seguiremos la sinuosa carretera que se adentra en el valle de Vió por la margen izquierda del río Yesa.

Tras 12 kilómetros estaremos en las inmediaciones de Buerba. Poco antes de llegar a su núcleo urbano nos encontraremos a nuestra izquierda un ensanche con un contenedor verde, punto de inicio de nuestra ruta y lugar donde dejamos el coche (1140 metros).

Punta de Arán y Nabaín
La fotogénica visión de Monte Perdido, del Soum de Ramond y de la Punta de las Olas ya destaca desde este punto, así como el pequeño caserío de Vió, el Mondoto y los Sestrales, que aparecen por detrás del rocoso Tozal de San Miguel.

Comenzamos a caminar siguiendo el PR-HU-44 hacia el despoblado de San Pietro y Boltaña por una cómoda pista en dirección sur con la mirada puesta en la Punta de Arán, en Nabaín y en el pico Comiello, punto más elevado de la sierra de Bolave.

Restos de la ermita de la Virgen de Collarán
En 15 minutos llegaremos al cuello de Arán (1115 metros) donde se hallan los restos de la ermita de la Virgen de Collarán.

En este punto, la pista da paso a un sendero que desciende sin pausa hacia el río Yesa rodeando la cara este de la Punta de Arán paralelo a la margen derecha del barranco de San Chaime.

Nos encontramos en un paisaje agreste y salvaje donde disfrutaremos, en absoluta soledad, de un sendero tradicional dominado por la carrasca, el boj y algunos ejemplares de roble.

Va apareciendo el macizo de los Sestrales
Nuestro itinerario realiza una circular completa al macizo de Bramapán, por lo que lo vamos a observar desde múltiples posiciones. Mientras vamos descendiendo veremos su cara oeste y, al sur, la pequeña aldea de Morillo de San Pietro destaca en un altozano al otro lado del río Yesa.

Tras una hora de descenso llegaremos al espléndido puente de Morillo (765 metros) sobre las cristalinas aguas del Yesa.

Puente medieval de Morillo
Entre Boltaña y el valle de Añisclo el río Yesa modela un trazado protagonizado por pequeños pero profundos cañones que configuran un valle muy angosto. 

Por ello se construyeron interesantes puentes que facilitaran la comunicación entre los caseríos asentados en esta zona además de utilizarse como símbolo militar, comercial, religioso y de poder social.

El puente de Morillo presenta un gran arco de medio punto y uno menor a modo de aliviadero en uno de sus laterales. Su calzada plana y ancha permite un paso cómodo, además de ser un excepcional mirador desde el que contemplar la riqueza natural del entorno.

Las cristalinas aguas del Yesa
Su origen se podría encontrar en el periodo medieval, pero también es cierto que su aspecto actual responde a sucesivas reformas derivadas de los daños producidos por las fuertes riadas.

Una vez cruzado el puente, comenzaremos a ascender entre boj y pinos por la margen derecha del río siguiendo el PR-HU-44. Minutos después, hemos de estar atentos para localizar un sendero sólo señalizado con marcas de pintura azul (840 metros).

Último rayo de luz en Morillo de Sampietro
Es aquí donde dejaremos el PR para volver descender al río Yesa, tan sólo unos metros aguas abajo del puente que acabamos de cruzar, en la confluencia con el barranco de San Chaime (755 metros).

Una vez en el río, cruzaremos sus transparentes aguas para continuar ascendiendo con moderada pendiente por el interior de un bosque de carrascas. No conviene despistarse porque las marcas azules se pueden perder con facilidad.

Gallisué. Ermita de San Mamés
El bosque da paso a una solana ladera por la que ganaremos altura hasta conectar, en una hora, con la carretera Buerba-Puyarruego (1055 metros), por donde habremos transitado con el coche para dirigirnos al punto de inicio de la ruta. 

Seguiremos su asfalto en descenso casi un kilómetro hasta llegar a una zona vallada (1015 metros) que da acceso al despoblado de Gallisué (1050 metros).

Este pequeño núcleo ubicado en la falda de Bramapán lo forman 3 casas, ubicadas todas ellas en una única calle que finaliza en la ermita de San Mamés

Ruinas en Gallisué
Se encuentra deshabitado desde finales de la década de los 70 aunque una de sus casas se encuentra restaurada y el pueblo es actualmente utilizado como explotación ganadera.

Tras pasear por lo poco que queda en pie comenzaremos el regreso hacia Buerba. Lo haremos rodeando las caras este y norte de Bramapán por el poco conocido camino de las Sardineras, que nos va a aportar un punto de vista diferente del curso del río Bellós.

Calle única de Gallisué
El sendero se dirige hacia el norte atravesando las praderas que quedan por detrás de las casas de Gallisué. Veremos una senda que se pega a la pared este de Bramapán y comienza a llanear a la vez que se adentra entre la vegetación.

Entre carrascas y boj tendremos excelentes vistas del desfiladero de las Cambras, por cuyo fondo se escucha el rugir del Bellós en su camino hacia el Cinca, así como de los prados de la Pardina Barona y su cercano Tozal de los Lobos

Disfrutaremos además de una envidiable panorámica de gran parte del Sobrarbe. Destacan las peñas Montañesa y del Solano, las puntas Lierga y Suelza, el Castillo Mayor y los macizos de Cotiella y Posets.

Casa rehabilitada en Gallisué
También los picos Pegueras, Bacibosa, La Planota, Maristás y Punta l’Orbar, la Peña Altura y el Portillón de Tella, así como los pueblos de Ceresa, Laspuña, Escalona, Puyarruego, Belsierre, el despoblado de Muro de Bellós, la fortaleza de Muro de Roda e, incluso Tella y su Puntón de las Brujas.

Tras poco más de media hora por la divisoria del Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido y después de ganar casi un centenar de metros de altura, obviaremos un desvío que desciende al Cañón deAñisclo (1135 metros) y continuaremos en dirección al pueblo de Vió.

Sestrales, Tres Marías y Castillo Mayor desde Gallisué
Cambiaremos la cara este de Bramapán por la norte, más sombría y fresca y dominada por el pino. Cambiaremos también de perspectiva, dejando el desfiladero de las Cambras para adentrarnos en el modelado y accidentado barranco de Arpió o Labaneras, afluente del Bellós.

Los paredones de los Sestrales y el Tozal de San Miguel volverán a hacer acto de presencia conforme recorramos esta preciosa senda. Aparecen también los tresmiles ordesanos y las Tres Marías, que por fin dejan de esconderse mostrándonos toda la belleza que atesoran.

Ceresa, Laspuña, Escalona y Belsierre
Otra media hora después dejaremos a la derecha el desvío hacia Vió (1120 metros) para dirigirnos a la carretera Puyarruego-Buerba, por la que caminaremos unos minutos hasta regresar al coche.

Ruta circular de 12 kilómetros con un desnivel positivo acumulado de unos 750 metros realizada en poco más de 4 horas sin contar paradas.


Barranco de Arpió y desfiladero de las Cambras
Track de Wikiloc aquí.

Sigue nuestros vídeos en nuestro Canal de Youtube.

Sigue nuestra amplia galería fotográfica en Pinterest. Todas las fotos de nuestras rutas se encuentran aquí.

miércoles, 5 de abril de 2017

El Real de Mascún: Losa Mora, Nasarre y Otín

Delfín de Rodellar
Regresamos al Parque Natural de la Sierra y los Cañones de Guara para realizar ruta muy variada y entretenida que tiene como punto de inicio el pueblo de Rodellar (760 metros).

Rodellar fue fortaleza durante la conquista cristiana dada su privilegiada ubicación sobre el cañón del Mascún y el valle del río Alcanadre. En su caserío destacan la iglesia de San Lorenzo (s. XVII) y bellos ejemplos de arquitectura tradicional.

Panorámica de Rodellar
A pesar de su apartada localización, es un pueblo con mucha vida dada la gran oferta de actividades que podemos realizar en sus inmediaciones. Sobre todo, para los amantes de los deportes de aventura, que tienen en esta zona de la sierra de Guara y en el barranco del Mascún todo un paraíso para el descenso de barrancos y la escalada.

Nos pondremos a caminar en el parking obligatorio para vehículos ubicado poco antes de entrar en el pueblo (740 metros). Siguiendo unos metros por la carretera nos adentraremos en su reducido casco urbano, dejando a la derecha el camping.

Descendiendo al barranco del Mascún
Múltiples paneles informativos nos dan la bienvenida y nos ofrecen gran variedad de propuestas. En esta ocasión, vamos a seguir el sendero S-3 del Parque Natural.

Este itinerario permite conocer el mítico barranco de Mascún tanto desde su cauce, adentrándose por caminos tradicionales hasta la surgencia o Fuente del Mascún, como desde lo alto, con espectaculares vistas aéreas de las agujas, ventanas y otras caprichosas formaciones esculpidas en la roca caliza. 

A su vez nos introducirá en la cultura megalítica, representada por uno de los dólmenes mejor conservados y más representativos del Parque Natural, la Losa Mora, y podremos rememorar la vida de antaño en los despoblados de Nasarre y Otín.

Surgencia o Fuente del Mascún
Cruzando el pueblo con vistas al caserío de Cheto nos dirigiremos al barrio de La Honguera, donde tomaremos un antiguo y empedrado sendero que desciende al cauce del Mascún. 

Este sendero no está balizado y parte junto a la señal del S-3 que indica el camino hacia la Surgencia del Mascún. En 20 minutos de bonito camino estaremos a orillas del río (700 metros), debiéndolo de cruzar para seguir por su margen derecha.

Desde esta perspectiva sorprende la forma y la verticalidad de las paredes del barranco, mezclada con una vegetación dominada por la encina, el boj y otras especies arbustivas.

El corte del Mascún desde el barranco de Andrebot
Más adelante tendremos que volver a cruzar el barranco en dos ocasiones, con la famosa ventana natural con forma de delfín por encima de nuestras cabezas. Según la época del año, puede que sea necesario descalzarnos para poder vadear el río.

Casi sin darnos cuenta nos iremos acercando a la fuente o surgencia del Mascún (720 metros), a la que llegaremos tras poco más de media hora de camino y después de volver a cruzar las aguas del barranco.

Esta fuente es una interesante manifestación del karst del entorno de la sierra de Guara. Se trata de un bonito rincón rodeado de grandes paredes calizas del que no se conoce mucho, siendo la procedencia de su agua uno más de los misterios de este barranco. 

De camino hacia la Losa Mora
Vadearemos otras dos veces el barranco hasta llegar a un cruce donde encontramos una gran variedad de señalización. Por un lado encontramos el desvío hacia otro de los atractivos de la zona, la vía ferrata del Espolón de la Virgen.

Por otro lado la desviación hacia Otín, por donde regresaremos para cerrar la circular. Nosotros obviamos estas indicaciones y continuamos hacia el dolmen de la Losa Mora, Nasarre y el barranco de las Gorgas Negras.

Dolmen de la Losa Mora
Volviendo a cruzar el barranco, de momento por última vez, tomaremos el camino de las Gargantas que asciende con moderada pendiente por un pedregoso sendero entre las escarpadas paredes del barranco de Andrebot.

Tras ello saldremos a una zona más abierta y soleada, donde dejaremos a la izquierda el desvío hacia el barranco Barrasil para continuar hacia la Losa Mora y Nasarre (935 metros). 

Rodeados de boj, erizón y matorral seguiremos ascendiendo de forma muy cómoda. Pasaremos por la base del Puntón de Andrebot y llegaremos al dolmen de la Losa Mora (1100 metros) tras menos de 2 horas.

Las siempre presentes Treserols y Tres Marías
Es, sin duda, uno de los megalitos más importantes del Prepirineo Aragonés. Fue excavado en 1935, encontrándose abundantes restos óseos junto a hachas de piedra, puntas de flecha y cuchillos de sílex.

Las gentes de la zona, sobre todo los pastores de Guara, cuentan sobre el dolmen historias y leyendas que tienen que ver con brujas, tesoros, seres fantásticos y extraños sucesos.

Desde su posición se tiene visión al norte del collado de Añisclo y las Tres Marías, de la sierra d’as Zucas, del Portillón de Tella, de Punta Suelza, de las peñas Altura, Lierga y Montañesa y del macizo de Cotiella, así como de la sierra de Balced al este.

Despoblado de Nasarre
Tras una breve parada, seguiremos las indicaciones y alargaremos la ruta hasta Nasarre por un sendero balizado con estacas de madera con pintura amarilla y verde. En este tramo nos separamos del sendero S-3 que volveremos a retomar en el despoblado de Otín.

Dejaremos un desvío hacia Rodellar y continuaremos hacia Nasarre, Bara y el barranco de las Gorgas Negras (1150 metros). Desde este punto se vislumbran las Treserols, la Punta de las Olas, los picos de Marboré, el Castillo Mayor, los macizos del Posets y Bachimala y los picos Maristás, Pegueras y Punta l’Orbar.

Nasarre. Iglesia de San Andrés
La cercana Pardina Bellanuga y Otín también son visibles a medida que nos vamos acercando a Nasarre al que llegamos, entre antiguos campos de labor, en media hora desde el dolmen. 

En su entrada encontramos indicaciones del sendero histórico GR-1 hacia Bara, Letosa y Las Bellostas, además de señalización hacia el barranco superior del Mascún, Miz y Alastrué

Al sur tenemos vistas de la sierra de Lupera, del Cabezo y del Tozal de Guara y, al norte, divisamos la sierra de Galardón y la Peña Canciás.

Pardina de Bellanuga
Nasarre (1190 metros) es uno de los núcleos abandonados ante la dureza de la supervivencia en esta sierra. Fue despoblado a finales de los años 40 y el éxodo a la ciudad dejó atrás siglos de historia y vivencia adheridos a sus esbeltos muros de piedra.

Era un pueblo pequeño con sólo tres casas que han cedido al paso del tiempo y se hallan espaldadas engullidas por la maleza. En el dintel de una de ellas se halla grabada la fecha de 1770.

Sólo algunas bordas y la espléndida y restaurada iglesia románica de San Andrés (s. XI), declarada Monumento Histórico Artístico y Bien de Interés Cultural, se salvan entre tanta ruina.

De camino a Otín por el GR-1
Continuaremos rumbo a Otín dejando atrás el desvío a la Fuente de Nasarre. Tomaremos el mencionado GR-1 hacia Letosa y Las Bellostas y, por un antiguo camino inicialmente rodeado de muros, descenderemos hasta la Pardina Bellanuga (1105 metros), donde observamos un dintel que data de 1870.

Seguiremos descendiendo ya con visión directa de Otín, hasta enlazar con una pista un kilómetro antes de llegar al pueblo tras poco más de 3 horas de marcha.

Otín. Barrio bajo o del Barranco
Otín (1025 metros) contaba con once casas dispuestas en dos barrios, el bajo o del barranco y el barrio alto, ambos comunicados por un precioso camino delimitado por esbeltos muros que discurre por el interior de un espectacular bosque de quejigos.

El barrio bajo presenta una única calle donde se concentran la mayor parte de sus ruinosas casas. Encontramos algunas bordas que aguantan en aparente buen estado. La sencilla ermita de la Virgen del Barranco (s. XVIII) se encuentra unos metros al este del barrio.

Otín. Ermita de la Virgen del Barranco
Junto a ella tenemos indicaciones hacia el mirador, la Faja y el barranco superior del Mascún, así como señalización del GR-1 hacia Letosa y Las Bellostas.

En la entrada del pueblo, volveremos a enlazar con el sendero S-3 en dirección a Rodellar, que coincide con el PR-HU-162, dejando a la derecha un sendero que se dirige a las Colladas del Aire.

Pasaremos por el barrio alto (1065 metros), donde se ubica la iglesia parroquial de San Juan Bautista. Probablemente fue construida sobre las ruinas de un templo anterior de origen románico y durante los siglos XVI y XVII sufrió importantes reformas. De ella dependió la cercana aldea de Letosa. Destacar además las casas Cosme Bellosta y Lujo, que fue la última en ser deshabitada a principios de la década de los 60.

Otín. Barrio alto
Entre antiguos bancales de cultivo iremos perdiendo altura para comenzar el regreso a Rodellar por el camino de la Costera de Otín

Nos despediremos de las Treserols y, tras un corto tramo de llaneo, comenzaremos a perder altura de forma brusca hacia el barranco del Mascún, pasando por las impresionantes formaciones geológicas de La Ciudadela y por la aguja de la Cuca Bellostas.

Tras más de una hora de espectaculares vistas, volveremos al cauce del barranco del Mascún (725 metros), el cual tendremos que vadear de nuevo en varias ocasiones, ahora disfrutando de una mejor visión del Delfín de Rodellar.

Barranco del Mascún
Más adelante, cerraremos la circular volviendo a enlazar con la bifurcación múltiple por la que habíamos pasado antes. Esta vez, seguiremos hacia la surgencia del Mascún, por la que volveremos a pasar vadeando un par de veces más el río.

En lo alto, veremos los últimos rayos de sol sobre la ermita de la Virgen del Castillo antes de poner rumbo a Rodellar siguiendo el sendero S-3 por un amplio camino a modo de faja que gana altura rápidamente.

Dejaremos el desvío hacia la ermita de la Virgen del Castillo y la vía ferrata del Espolón de la Virgen y entraremos en el casco urbano de Rodellar para finalizar uno de los recorridos más bonitos y conocidos de este Parque Natural.

La Ciudadela y la Cuca Bellostas
Ruta circular de 17 kilómetros con un desnivel positivo de unos 700 metros realizada en menos de 6 horas.

Track de Wikiloc aquí.

Sigue nuestros vídeos en nuestro Canal de Youtube.

Sigue nuestra amplia galería fotográfica en Pinterest. Todas las fotos de nuestras rutas se encuentran aquí.